Amor. Que palabra tan bonita, verdad?
Junta todos los sentimientos en un simple concepto... O puede que no tan simple.
Es cierto que duele, y mucho. Es cierto que la incertidumbre y los celos pueden llegar a destrozarte por dentro. Pero, acaso hay algo más bonito que amar y ser amado?
Sí, puede que suene cursi, pero es la realidad.
Pensar que alguien puede sentir algo tan fuerte por una persona como para amarla total e incondicionalmente; sin que importen sus rarezas, sus defectos y las tonterías que dice y hace, a propósito o no. Ser capaz de aceptar a una persona tal y como es, sin juzgarla por ningún motivo. Despertarse cada mañana y pensar en ella, soñar con ella y echarla de menos aunque haya pasado un solo segundo desde que no la ve. Un amor puro e inocente, sin más propósito que quererse sin reservas.
A mi me suena a magia.
Sí, a magia. A ese tipo de magia que hace que solo sepas soñar y que tus alas te lleven cada día más alto. Esa magia que hace que te suden las manos, se te arrebolen las mejillas y parezcas tonta diciendo frases incoherentes cuando está cerca. Esa magia que te hace ser suya y solo suya, hasta el punto de que no te importe lo que pasa a tu alrededor porque sabes que podrás superar cualquier obstáculo con solo desearlo.
Porque cuando estás enamorada todo carece de sentido.
Nada importa más que una palabra o una sonrisa suya y un pequeño gesto puede hundirte en la miseria más absoluta o hacerte alzar el vuelo hasta límites insospechados hasta ahora. Da igual lo que digan, lo que pienses o lo que sientan respecto a ti. Solo te importa una persona.
